Bratislava

Aunque Bratislava figura entre las capitales más jóvenes del mundo, su historia se remonta a tiempos antiguos. Muchas naciones y etnias vivieron aquí en armonía, unas al lado de otras, a lo largo de los siglos. Los turistas pueden entrever sus huellas en los edificios y las calles pintorescas del casco histórico. Disfruten de la inolvidable atmósfera de una “pequeña ciudad grande” y déjense seducir para visitar los monumentos culturales e históricos de esta cautivadora ciudad.

CASTILLO DE BRATISLAVA

El símbolo y elemento dominante de la capital eslovaca es el Castillo de Bratislava situado en la colina encima del antiguo casco histórico. Su forma evoca una mesa patas arriba y es un lugar popular y visitado tanto por los turistas extranjeros como por los ciudadanos locales. Cuenta con una rica historia; la colina del castillo estaba poblada por los celtas ya en el paleolítico. A lo largo de varios siglos fue residencia de los jefes del Estado húngaro, sirvió también como sede de un seminario general para la educación de nuevos sacerdotes e includo como un cuartel del ejército. Una vez adquirida la soberanía, el castillo es la sede representativa del Consejo Nacional de la República Eslovaca y una parte del recinto alberga colecciones del Museo Nacional Eslovaco..

CATEDRAL DE SAN MARTÍN

Este impresionante templo gótico recuerda el esplendor de Bratislava cuando era la ciudad de coronación de los reyes húngaros. En 1741 María Teresa fue aquí coronada reina húngara. En el interior del templo destaca un extraordinario relieve de la Santísima Trinidad y el portal de la entrada meridional es la muestra más antigua de la arquitectura renacentista en el terriotorio de Eslovaquia. Todos los años, a primeros de septiembre, Bratislava vuelve a lucir el esplendor de las coronaciones lo cual prueba una copia de la corona real húngara, guardada sobre una almohada dorada en la cumbre de la torre neogótica de 85 metros de altura.

PUENTE DE LA INSURRECCIÓN NACIONAL ESLOVACA

Este puente nuevo fue construido en 1972 y goza de la primacía mundial en la categoría de puentes suspendidos con un solo pilón. Se trata de una obra arquitectónica única que en 2001 fue declarada en Eslovaquia “construcción del siglo” dentro de la categoría de construcción de puentes. En agosto de 2012 el Nuevo Puente recuperó su nombre original del Puente de la Insurrección Nacional Eslovaca según un acontecimiento histórico que constituye un hito en la historia moderna de Eslovaquia. La culminación única de la construcción es un restaurante panorámico de lujo en la propia cima del puente a la altura de 95 metros sobre el terreno. Aparte de especialidades culinarias ofrece una espléndida vista de toda Bratislava.